tratamiento contra el vaginismo
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Tratamiento para el vaginismo

El tratamiento para el vaginismo consiste en una serie de técnicas y sugerencias que ayuden a la mujer a comprender mejor el funcionamiento de su cuerpo y de su sexualidad encaminadas a la superación de este trastorno. Es fundamental que la mujer cuente con información exhaustiva que la desangustie y la anime a una tarea de reconocimiento corporal de su propia genitalidad, como punto de partida para solucionar su vaginismo.

Tras una primera fase donde la mujer se tranquiliza y se anima a una autoexploración, es importante indicarle que se tome el tiempo necesario para una primera inspección visual en su propia intimidad, para pasar a la introducción de un dedo, primero como exploración, luego como caricia, después con placer. Para esta fase puede emplearse, si fuera necesario, vaselina neutra o un lubricante hidrodoluble.

Es importante que también la pareja participe de este proceso para compartir loa avances y los logros conseguidos, tanto físicos como mejorando la confianza y tranquilidad mutua al ir explorando la zona genital.

Al comprobar los avances y la posibilidad de introducir uno o dos dedos, la mujer sentirá que es el momento para intentar la penetración. En este momento es fundamental la atención de un especialista experimentado que indique la manera y la actitud correctas para lograrlo con éxito.

Ejercicios de Kegel para el vaginismo

Estos ejercicios están proyectados para fortalecer y conseguir el control voluntario del músculo pubo-coccígeo. Este músculo (o, mas bien, grupo muscular) sirve de soporte a los genitales, tanto en el hombre como en la mujer. Hay una correlación positiva entre el buen tono del músculo P.C. y la intensidad del placer genital.

Estos ejercicios ayudan a:

1. Incrementar tu conciencia de las sensaciones en el area genital
2. Incrementar la circulación sanguínea en al area genital
3. Ayudar a tu respuesta sexual genital
4. Ayudar al restablecimiento del tono muscular tras el parto
5. Incrementar tu control sobre el orgasmo y sobre la eyaculación, en los hombres.

Para ejercitar este músculo, lo primero es localizarlo, poder distinguir cual es, para poder enfocar tu atención en él. Una de las funciones del músculo que ahora estás buscando es controlar el flujo de la orina.

Es el mismo que contraes para cortar este flujo. Por tanto, para localizar tu músculo pubo-coccígeo haz lo siguiente: cuando necesites orinar, ve al baño y empieza a orinar. Aprieta e intenta interrumpir el chorro. No te preocupes si no lo consigues, sigue intentándolo y lo lograrás. Hazlo con las piernas separadas para que no interfieran otros músculos. (Los hombres pueden hacerlo de pie).

Es tu músculo pubo-coccígeo el que se contrae para interrumpir el chorro y el que relajas para volver a dejar salir la orina. Cuando puedas cortar y dejar fluir el chorro de orina a voluntad, comienza con los ejercicios que vienen a continuación.

1. Ejercicios lentos de Kegel

Apretar el músculo PC y retenerlo, igual que lo hacias para detener la orina, contando hasta tres. Después relajar al músculo.

2. Ejercicios rápidos de Kegel

Apretar y relajar el músculo tan rápido como se pueda. Al principio puede haber cierta confusión, pero gradualmente irás ganando más control.

3. Aspirar-Empujar

Tirar hacia arriba de toda el area pélvica como si trataras de retener agua dentro de tus genitales. Después empuja hacia afuera, como si intentaras expulsar el agua imaginaria hacia el exterior. Este ejercicio movilizará además del músculo PC cierto número de músculos estomacales o abdominales.

Repeticiones

Al principio hacer 10 veces seguidas estos ejercicios, 3 veces al día (3 ejercicios x 10 veces x 3 veces al día = 90 ejercicios en total para empezar). Cada semana añadir 5 veces más a cada ejercicio.

ejemplo: 2ª semana: 3 tipos x 15 veces x 3 veces por día

Haz los tres tipos de ejercicios cada día

Te puede ayudar a recordar el hacer los ejercicios el asociarlos con alguna actividad que realices todos los días: hablar por teléfono, ver la tele, esperar una cola (autobus,etc.) o tumbarte en la cama. Piensa en actividades que no requieran mucho movimiento alrededor.

No te preocupes si tus músculos se cansan fácilmente al principio. Esto es normal siempre que se ejercita cualquier grupo de músculos. Descansa entre los diferentes tipos de ejercicios durante unos segundos y después ponte de nuevo a ello. Mantén una respiración normal.

Las mujeres pueden colocar uno o dos dedos en su vagina y los hombres un dedo a cada lado de la base del pene, para sentir el movimiento y la fuerza del músculo. Puedes también observar el movimiento mirando tus genitales en un espejo de mano. Haciendo estas cosas aprenderás los ejercicios de Kegel más rápidamente.

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