Vivir me sabe a vergüenza
Hoy como tantas veces, vivir me sabe a vergüenza.
Queridísimo señor juez, no sé si usted me dará la venia o si simplemente el pudor ante semejante error le será suficiente para bajarse del carro de la justicia, que ilusa de sí misma, si existiera, la pobre Mari Luz podría seguir respirando. ¿Quién es el culpable?, ¿Por qué las disculpas pueden ser suficientes?. ¿Acaso las llamadas de Zapatero o del Ministro de Justicia al padre de la pequeña, van a hacer más llevadero el horror de unos padres?. No hay justificación para la maldad humana, y ya no pongo tildes en la enfermedad mental, ni en la tolerancia diabólica, sino subrayo como coautores del asesinato de la niña, a los responsables de encarcelar al demente, que por lo que se ve olvidaron de serlo.
A los padres no les puedo decir nada, y es que nada les va a devolver a su hija, tan sólo enviarles mi indignación y trasmitirles la impotencia de quienes no sabemos qué decir, y es que en este caso sobran las palabras. Ojalá pudiéramos recrear Fuenteovejuna, y olvidar los tratados ético-morales para exigir justicia. ¿Cómo puede un pederasta que tenía que estar cumpliendo condena, ser libre para volver a matar?, y ya ni siquiera me pregunto por su instinto, sino que me sumo al hastío popular, mientras empapo mi rabia con lágrimas por puro agotamiento.
Estoy cansada del sufrimiento, y reclamo soluciones ante semejante crimen. Me niego en rotundo a ser tolerante con los que abusan de los niños, no hay razón para justificar su demencia, y no me creo que la locura no sepa de dolor. Por lo tanto me sumo a la petición popular y exijo un ley justa y aplicable, y por supuesto si el que debe administrar las leyes, y los de alrededor están dormidos, espero se les invite a abandonar su puesto de inmediato, y es que el tiempo no espera, y si fuera simplemente una cuestión burocrática, Mari Luz estaría viva.
¿Quién va a devolverles a la pequeña?, ¿Cómo pueden unos padres continuar su vida cuando lo más importante que tenían les ha sido arrebatado de esta manera?. Me quito el sombrero ante estos padres, ante su ejemplo de sosiego y respeto, para que luego juguemos a juzgar a las razas diferentes.
¿Ahora quién va a hablar de educación y va a rayar en pedantería absurda?. Son estos padres gitanos, quienes aún rotos de dolor, han sabido comportarse como nunca hemos podido imaginar, y mantener la compostura cuando me es inexplicable que puedan mantenerse en pie. Por eso, desde el balcón de la palabra, espero se sonrojen tantos que entre el decir y el juzgar, menosprecian al distinto. Y al estimado magistrado y funcionarios cercanos, espero sinceramente y con la máxima educación, la vergüenza les haga daño, y comiencen por colgar la toga quienes colgaron su responsabilidad por puro papeleo.
Solicito nos informen a todos y existan los tramites suficientes para saber si tenemos cerca de nuestros niños a perturbados sexuales. No me importan sus razones, ni los argumentos de la absurda reinserción, no creo en los derechos de quiénes no saben convivir. Hoy retomo mi vergüenza, y comulgo en impotencia por no poder retroceder en el tiempo y salvar a la pequeña. Lo siento.
Diana Gª Marugán
6 Comentarios
noe
Tienes toda la razón, es vergonzoso lo que ha pasado…
Diana Marugán
MUCHAS GRACIAS ELENA, DA GUSTO , AUNQUE SEA EN UN CASO ASÍ, QUE NO HAYA DISTANCIAS NI FRONTERAS PARA QUE COINCIDAMOS EN SENTIMIENTOS
UN SALUDO
DIANA MARUGÁN
ELENA
Soy de Argentina y aca tambien pasa que quienes tendrian que estar en la carcel por violaciones salen por buena conducta o por cumplir con condenas irrisorias y vuelven a cometer los mismos delitos. Algunos jueces cobran demasiado por lo mal que cumplen sus funciones y si no los sacan no se van a ir por mas que se equivoquen. Les gusta demasiado el poder del cargo y del dinero y desconocen el significado de la palabra «verguenza».
.
….
pablo
estoy contigo, yo tb lo SIENTO