Prevención de embarazos no deseados en 5 acciones

La adolescencia es la etapa en la que se inician mayoritariamente las relaciones sexuales y por ello es necesario apoyar medidas que permitan evitar la vulnerabilidad ante conductas sexuales de riesgo, especialmente en ésta etapa de la vida que es una etapa de maduración, donde experimentar es algo normal y habitual.

Según los datos del Estudio sobre Conductas de los Escolares Relacionadas con la Salud de 2006 (Health Behaviour in School-aged Children) de la Organización Mundial de la Salud en colaboración con el Ministerio de Sanidad y Consumo, en España tres de cada 10 adolescentes de entre 15 y 17 años ha mantenido una relación sexual completa. Dicho informe refleja que las chicas y chicos españoles tienen su primera relación sexual a los 16 años. Las chicas superan a los chicos en precocidad: 32,2% de ellas tuvo su primera relación sexual completa a los 16 años, y el 26% de ellos, que tienen su mayor porcentaje de inicio en los 17 años, 28,6%. Además, de entre los adolescentes que han mantenido relaciones sexuales completas, más del 44% asegura haberlas tenido con más de una pareja.

El Informe Juventud en España 2008 (INJUVE), revela que el 12% de las mujeres entre 14 y 29 años que habían tenido relaciones sexuales completas se quedaron embarazadas sin desearlo y casi la mitad de los embarazos no deseados terminaron en aborto.

Según el Registro de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en 2007 hubo 15.304 interrupciones voluntarias del embarazo en chicas menores de 20 años. En 2007 hubo 4.400 nacimientos en menores de 18 años.

Es evidente que el embarazo en adolescentes y la maternidad temprana pueden suponer un factor de riesgo para la salud mental y tienen un impacto potencial en el fracaso escolar, alterando su proyecto vital.

En ocasiones, la conducta sexual de los jóvenes y adolescentes puede estar influenciada por una cierta percepción de invulnerabilidad lo cual haría necesario el desarrollo de acciones de información y educación sexual que permitan favorecer la adopción de hábitos sexuales seguros, entre los que la utilización del preservativo a propuesta de cualquiera de los miembros de la pareja, se interprete como una señal de madurez y responsabilidad.

Es necesario promover la disponibilidad del preservativo antes de iniciar una relación sexual, pues el no tenerlo y la imprevisión, conllevan un riesgo potencial de mantener relaciones sexuales no protegidas que pueden tener como consecuencia un embarazo no deseado al tiempo que suponer un riesgo de adquirir o trasmitir infecciones de transmisión sexual.

Teniendo en cuenta que los jóvenes y adolescentes son los principales protagonistas y responsables de su salud sexual es necesario proporcionarles información y educación afectivo-sexual. La información sobre los preservativos y la promoción de su uso se debe referir a preservativo femenino y masculino y debe incluir favorecer su uso correcto para conseguir una prevención eficaz tanto de embarazos no deseados como de infecciones de transmisión sexual.

Todo ello, bajo el respeto de las diferentes orientaciones sexuales y la responsabilidad compartida a la hora de tomar decisiones sobre el tipo de relaciones y la anticoncepción.

Es igualmente necesario promover entre los jóvenes y adolescentes políticas de educación sexual, y especialmente el uso del preservativo, como forma de prevenir los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual, y por ello las entidades firmantes se comprometen en:

Cinco acciones de información y educación sexual para prevenir embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual entre adolescentes y jóvenes

1. Promover la utilización de los preservativos masculino y femenino.
2. Posibilitar la venta de envases a precio asequible y con pocas unidades por parte de las empresas fabricantes.
3. Garantizar una amplia disponibilidad de los mismos.
4. Comercializarlos de forma activa, con medidas que permitan que el producto sea atractivo para jóvenes y adolescentes.
5. Orientar a los jóvenes y adolescentes a través de las Oficinas de Farmacia, teniendo en cuenta su proximidad y capacidad para proporcionar consejo.