Como organizar nuestro tiempo, para una vida plena
El tiempo, la forma que tenemos de orientarnos en él y la manera en que lo organizamos, tienen una importancia determinante en nuestras vidas.
¿De qué manera organizan su tiempo las personas?
Parece ser que, salvando las diferencias culturales, sociales o de género, hay cuatro funciones básicas a las que dedicarle el tiempo, esas funciones son:
Descanso
Son las horas de sueño necesarias. Si bien varían de una persona a otra, podemos establecer un promedio de 8 horas de descanso diarias.
Durante el sueño, más especifícamente durante las etapas conocidas como sueño REM (Rapid Eyes Movements) que es cuando soñamos, el inconsciente se encarga de procesar la información recibida durante las horas de vigilia, razón por la cual, un buen descanso es fundamental en los procesos de aprendizaje y en el buen desempeño.
Actividades Productivas
Son las horas que dedicamos a la supervivencia. En la sociedad actual son las horas dedicadas al trabajo o el estudio. De las horas dedicadas formalmente al trabajo, se estima que un 25% las dedicamos a hablar, a ensoñaciones y fantasías y a otro tipo de actividades que no son eminentemente productivas.
Actividades de Mantenimiento
Son las horas dedicadas a mantener nuestros cuerpos y nuestras posesiones. Entran dentro de esta categoría el comer, bañarnos, limpiar, cocinar, realizar compras, trasladarnos de un lugar a otro, etc.
Actividades de Ocio
Es el tiempo que nos queda libre, en la antigüedad se relacionaba el tiempo de ocio (del griego scholea-escuela), con el aprendizaje y el desarrollo individual.
Hoy día le dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo libre a algún medio de comunicación. La segunda actividad que más tiempo libre nos ocupa, es la conversación. Restando solo una pequeña parte para el ocio genuino que puede incluir el arte, el deporte, la lectura o el cine.
Lo que elijamos hacer con nuestro tiempo y la forma en que lo hagamos, guarda el secreto de nuestra felicidad; de estas elecciones dependerá que nuestra vida sea una sucesión días grises que afrontar o una maravilla que disfrutar.