Carta a quien fué mi marido

Mi querido, ni amigo, ni marido. Han pasado ya unos años desde que nuestras vidas se separaron, en estos momentos quedan atras ya, los odios y los rencores. Parece mentira como la mente poco a poco se va volviendo clara y todo parece esclarecerse. Poco a poco, en mi mente todo empieza a tener sentido, como dice el refran, la verdad siempre acaba por aparecer.

Juegas con las personas, como peones de ajedrez, utilizas a la gente para hacer realidad tus fantasias, fantasias que te repites tanto, que para ti llegan a ser verdad. Pero no saber jugar al ajedrez, sueles perder, del mismo modo que perderás en la vida, tarde o temprano. Es increible la red de mentiras que eres capaz de tejer para salirte con la tuya. Pero esta red es débil, se rompe, dura poco, yo solo tengo que esperar a que el agujero se haga grande.

Nunca entendiste que no hay ganadores y perdedores, hay personas a tu alrededor, con nombres y apellidos, que sufren, que tú haces sufrir, pero creo que ni tú mismo sabes el porque, ni puedes saber hacia donde vas. Solo está claro que por tus fantasias, tus sueños, haces daño a las personas que quieres, quienes estan a tu lado. Poco a poco se van, se apartan porque se cansan de tus manipulaciones.

El tiempo pasa, cura las heridas, el tiempo lo cura todo y pone las cosas en su sitio. No sé cual es el lugar que te corresponde, pero no tengo ninguna duda que estarás en ese lugar, sin duda el que te mereces por tus acciones.

No tengo que contarte nada de mí, nada que no sepas ya. Mi vida sigue hacia adelante, intentando sacar el máximo provecho de ella, buscando lo que buscamos todos los humanos, la felicidad y intento vivir de la manera que se aproxime más ser feliz.

Mi querido, ni amigo, ni marido. El tiempo pasa, y cuando no te des cuenta todo habrá cambiado, todo el camino que crees que has ganado, se volverá camino que has perdido y yo estaré aqui para verlo.